El
origen de este libro tuvo diferentes vertientes. Por una parte se debe a la
temática en imagen y sonido relacionada con la música, la síntesis sonora, la
acústica y el procesamiento de audio, materias que vengo dictando por
aproximadamente veinte años, y que gracias a la participación de compañeros de
cursada, ayudantes y alumnos fueron dándole sentido y forma a mi interés por
sintetizar y redactar el cruce bibliográfico que observarán aquí. Una de las
principales fuentes teóricas que impulsaron estos textos surgió de los
inagotables escritos del cineasta y ensayista francés Michel Chion, entre los
que encontramos La audiovisión, El sonido, La voz en el cine,
y La música en el cine, textos que
formaron parte fundamental del manantial desde donde se nutrieron
prioritariamente estos capítulos. Y viceversa. Es decir, interrogantes
originados en el encuentro de films que dieron pie a la búsqueda de teorías y
ensayos que se vinculan con otros campos.
Una
parte de estos capítulos fueron presentados en sus primeras versiones como
trabajos monográficos, producto de diferentes seminarios de la maestría en Psicología
de la música (tesis en curso). Otros fueron publicados en diferentes
contextos, y que ahora son cronológicamente reunidos, además de haber sido
revisados y ampliados, con la incorporación de nuevos capítulos.
Sobre
las correcciones de estilo, quiero mencionar que a pesar de haberme tomado –y a
mi pesar- un extenso tiempo en rastrillar más de una decena de veces cada una de las líneas de estos textos, Salvador
Marcelo Gargiulo (Director del sello editor Club
Burton) halló y desmenuzó con minuciosa voracidad -y al mando de su bisturí ocular-, todo el material poco
feliz existente. A él la deuda que me permite continuar en el aprendizaje de
una redacción que intenta proyectarse hacia una lectura digerible.
Otra
deuda que está adherida a cada uno de estos capítulos se debe a la devolución
que recibí de colegas, amigos, e incluso familiares, enviada en alguna de sus
múltiples formas: recomendación bibliográfica, observaciones de films,
advertencias, o directamente al necesario aliento para continuar en este
proyecto. Todo un caudal de energías que agradezco profundamente.
Sobre
esto último voy a hacer unas puntuales menciones.
En
primera medida a aquellos que hicieron la heroica gesta, al leer la totalidad de esta publicación, enviándome sus valiosos
comentarios que en parte se publican aquí. Entre ellos a Ricardo dal Farra, Raúl
Minsburg, Felipe C. Londoño, Rodrigo Sigal, Mariela Yeregui, y de manera
particular a quien redactó el prólogo de este libro, Eduardo A. Russo.
También
agradezco a las devoluciones pormenorizadas que en varias oportunidades me
plantearon un caudal de puntos de vista que posibilitaron extender cada capítulo,
pudiéndose convertir en nuevos textos. La deuda entonces para Marcela Visconti
(Cap. 2, 3, 4 y 5), Sergio Balderrabano
(Cap. 3), Diego Makedonsky (Cap. 3), Gabriel Pérez (Cap. 4 y 5), Graciela
Esnaola Horacek (Cap. 4), Eric Lehmann (Cap. 4), Kevin Lein (Cap. 4), Pablo Bas
(Cap. 5), Luciano Giambastiani (Cap. 7), y Eduardo Checchi (Cap. 7).
También
quiero agradecer a las recomendaciones de films coincidentes con los casos que
estaba analizando, o incluso y directamente a menciones de películas que
terminaron siendo incluidas, sencillamente porque se trataba de mejores ejemplos
que los míos! Quienes así lo hicieron: Babe
Elisabeth E. Almada de L. (Cap. 2, 3, 4 y 5), Iván Emil L. Aagesen (Cap. 2, 4, 5
y 8), Lone Aagesen (Cap. 2.), Eduardo Piaggio (Cap. 2), Libia Favaloro (Cap. 3, 4 y 5), y Sebastián
Hilman (Cap. 2 y 6).
Y
finalmente, a los comentarios que fortalecieron y apoyaron el rumbo de los
diferentes artículos. A ellos; Ricardo de Armas (Cap. 1), Gustavo Basso (Cap.
1), Nicolás Testoni (Cap. 2), Elsa Justel (Cap. 3 y 5), Aníbal Zorrilla (Cap.
3), Santiago Mangudo (Cap. 4), Gabriel Gendin (Cap. 4), Pablo Freiberg (Cap.
6), y Aitana Kasulin (Cap. 6).
A
todos ellos, en deuda y agradecimiento a la vez!